Cuando los Dallas Cowboys seleccionaron a Leighton Vander Esch en la primera ronda del NFL Draft 2018, muchos cuestionaron la selección. El linebacker proveniente de Boise State cargaba con muchas “banderas rojas” de salud que incluso habían causado que más de un equipo de la NFL lo eliminara como un posible prospecto.
Los que dudaron del joven linebacker, me incluyo sin vergüenza en esta categoría, presenciaron que tan equivocados estaban cuando Vander Esch se convirtió en uno de los mejores novatos del año liderando al equipo al lado de Jaylon Smith.
Por su parte, Jaylon Smith también llegó a la NFL con sus dudas de salud, aunque eran un poco más específicas. Smith había sufrido una lesión devastadora en su rodilla en Notre Dame que había puesto en riesgo su carrera como jugador de football americano.
Pero ambos eliminaron toda duda en un 2018 en el que se perfilaron como uno de los mejores dúos de la liga. Entre los dos consiguieron 261 tackleadas en la temporada y lideraron lo que se convirtió en una defensiva dominante para los Cowboys en una temporada en la que no se esperaba tal actuación.
Al vencer a los New Orleans Saints en uno de los mejores juegos del año, Dallas hizo saber lo que tenían en defensiva. El juego terminó 13-10 a finales de noviembre entre dos equipos que llegarían a los playoffs ese año. Si bien Vander Esch y Smith ya tenían toda la temporada jugando a un nivel muy alto, aquella noche fue cuando toda la NFL supo quienes eran.
Pero las cosas cambiaron drásticamente en 2019. De entrada, Vander Esch se perdió siete juegos y es difícil decir que estaba jugando tan bien como el año anterior. Smith se mantuvo sano, aunque se pudo percibir un declive en su nivel de juego, probablemente por la ausencia de un Vander Esch (aunque Sean Lee no lo hizo mal) y la falta de calidad en la posición tackle defensivo.
Mal control en la línea defensiva le complicó las cosas a una unidad de linebackers que tomó un paso para atrás durante la campaña. De ser la defensiva #5 en eficiencia defensiva contra el juego terrestre en 2018 según DVOA, pasaron a ser la #15 en 2019. En eficiencia defensiva total pasaron de la novena mejor hasta la #19.
Rumbo a la temporada 2020, es difícil saber que esperar de la defensiva debido a la secundaria. Tanto la posición de cornerback como la de safety está llena de interrogantes. Sin embargo, el frente promete. Incluso con la lesión de Gerald McCoy, el equipo adquirió talento con Aldon Smith, Everson Griffen, Dontari Poe, y el novato Neville Gallimore.
En cuanto a los linebackers, promete el cambio que veremos en el emparrillado según los mismos jugadores. En diversas ruedas de prensa, el equipo ha dejado en claro que Vander Esch será el “Mike” de la defensive de Mike Nolan. Es decir, será el “middle linebacker.” Normalmente, este título le pertenecía a Jaylon Smith y a Leighton el de “Will.”
No solo encaja esta decisión para el tipo de defensivo que es Vander Esch, sino que la posibilidad de mover a Smith a distintos puntos desde otra posición llama la atención. Empezamos a ver a Jaylon presionar a quarterbacks opuestos el último año, pero sin un cambio de posición las oportunidades eran limitadas.
Jugando como “Will,” probablemente veremos jugadas más creativas para Jaylon y más versatilidad en la manera en la que se utiliza.
Si ambos se mantienen sanos, será muy bueno ver a una unidad de linebackers refrescada apoyada por Sean Lee como banca. Si bien Dallas juega defensiva base 4-3, la NFL del día de hoy rara vez juega en sus defensivas base, así que los Cowboys seguramente tendrán solo dos linebackers a la vez en el campo.