Estamos aquí de nuevo. Con los Dallas Cowboys y un récord de 3-3 después de seis semanas y tres derrotas consecutivas, el Head Coach Jason Garrett es la conversación principal entre aficionados de los Cowboys. Tras iniciar con el pie derecho esta temporada, las cosas han tomado un giro muy desafortunado para el equipo.
Desde que se convirtió en el head coach del equipo en 2010 (cuando se volvió el head coach coach “interino”), los Cowboys de Jason Garrett tienen un récord de 80-62 (56.3%) en temporada regular y un triste desempeño de 2-3 en postemporada. Tiene un premio de Coach del Año en 2016. No hay manera de negarlo… Algunas cosas han sido buenas durante la era de Garrett.
Sin embargo, no ha sido lo suficiente. Los Dallas Cowboys siguen buscando su ansiado regreso al NFC Championship Game y por supuesto, al Super Bowl. Año tras año, el equipo “se ha quedado corto.” De todas las estadísticas que pueden definir lo que ha sido Jason Garrett en Dallas, mi favorita es la siguiente: En la era de Garrett, los Cowboys no han estado en los playoffs en años consecutivos. Insisto, buenos, pero no lo suficiente.
Este 2019, los Cowboys están en riesgo de perderse los playoffs esta temporada. Este domingo pelearán por el liderato de la división contra los Philadelphia Eagles en lo que debe de ser uno de los duelos del año. Ambos equipos tienen talento y han decepcionado tras sus primeros seis partidos. Los dos tienen una oportunidad de remediar sus defectos. A pesar de que empezaron con una marca de 3-0, Cowboys se encuentra en modo de pánico rumbo a la semana 7.
Tras perder contra los New York Jets – quienes no habían probado la victoria antes de enfrentar a Cowboys – la afición vaquera llegó a conclusiones a las que ya ha llegado anteriormente. “¡Jason Garrett se tiene que ir!” “Ahora si no terminará esta temporada en Dallas.” Y más.
Pero, ¿en qué riesgo está realmente Jason Garrett? Los Cowboys han estado en situaciones similares antes, solo para mantener a Garrett a la cabeza del equipo. El año pasado, Dallas llegó a tener un récord de 3-5 antes de terminar la temporada con diez victorias y un pase a playoffs. Una y otra vez, la directiva ha confiado en Garrett.
Pero ahora la diferencia es fácil de identificar. Este año, los Cowboys tomaron una decisión a consciencia de no extender a su head coach. El simple hecho de estar bajo contrato de un año significa que está en el denominado “asiento caliente.” No importa lo que los Jones digan en la radio. Las acciones dicen más. Si Jerry Jones dijera la verdad cuando dice que ni siquiera ha pensado en ello, Garrett tendría un contrato más amplio.
No hay que cuestionar la culpa que tiene Jason Garrett de la situación actual del equipo. La planeación de juego ha sido claramente un problema, con un plan ofensivo que cambió drásticamente tras las primeras tres semanas, renunciando a la agresividad y al play-action que tanto les había funcionado. El equipo una vez más ha demostrado no estar preparado para cada partido, iniciando lento en cada uno de ellos esta temporada. Y por supuesto, no han sido capaces de superar la ausencia de jugadores clave como Amari Cooper, Tyron Smith y La’el Collins. El coacheo ha sido incapaz de compensar la falta de estos jugadores.
De que hay un problema en la cabeza del equipo, la hay.
Pero en caso de que Jason Garrett fuera a ser despedido, ¿cuándo llegaría la noticia? Sería una sorpresa que ocurriera como muchos lo han sugerido: a media temporada tras una derrota ante Eagles. Por supuesto que aún no sabemos quien se llevará la victoria este domingo por la noche, pero asumamos lo peor por un momento.
Si bien caer a un récord de 3-4 sería difícil de superar, los Cowboys aún tendrían esperanza. Si la tuvieron hace un año con tres victorias y cinco derrotas, también la tendrían esta temporada. Más aún si consideramos que sus jugadores terminarán por sanar y regresar a la alineación. En tal caso, el talento será mucho como para quedarse sin victorias.
Mientras los Cowboys tengan vida esta temporada, muy probablemente Jason Garrett continuará con el control. A pesar de las frustraciones de muchos respecto al head coach de Dallas, no veo al equipo renunciando a Garrett a media temporada. Menos aún considerando que no hay una opción para reemplazarlo en seguida.
Y finalmente, aún queda otra alternativa. ¿Qué si los Cowboys terminan jugando en enero? Al final de cuentas, no es nada descabellado. Este equipo podría darle la vuelta a su temporada rápidamente y llevarse la división, incluso si no ganan contra Philadelphia. Pero digamos que terminan en playoffs, ¿cuánto es suficiente para que Jason Garrett se gane el derecho de quedarse al mando? Sin duda alguna, su trabajo esta en riesgo. Pero contar con que lo perderá si los Cowboys caen en la semana 7 parece prematuro.