Los Dallas Cowboys tendrán varias prioridades este offseason, pero ninguna más clara que la de asegurarse que Dak Prescott, su quarterback, juegue con ellos en el 2020. Esta tarea en específico es un poco más sencilla de lo que creemos. Al final de cuentas, la directiva puede recurrir a la etiqueta franquicia si las cosas no fluyen rápidamente en las negociaciones.
A pesar de ello, es una tarea complicada por el tope salarial y la necesidad de retener a otros jugadores clave como Amari Cooper y Byron Jones, cuyos contratos también están por expirar.
Los Cowboys pueden tomar dos rutas en cuanto a Prescott. La primera es la ideal, llegar a una extensión a largo plazo. La segunda es asignarle la etiqueta franquicia.
La ventaja de la etiqueta franquicia es que es un compromiso a un año del que el jugador no se puede salvar. Cabe mencionar que esto podría cambiar próximamente con la unión de jugadores peleando por prohibir este método ya que puede ser injusto para los jugadores. Si los Cowboys deciden asignarle la etiqueta, Prescott no probaría la agencia libre.
Por otra parte, debido a que es un contrato de un año, hay poca flexibilidad para estructurar el contrato estratégicamente. Y por supuesto, la cuestión del descontento del jugador. ¿Faltaría a entrenamientos en el offseason? Frecuentemente lo vemos suceder, aunque en la posición de mariscal de campo es distinto.
Los Cowboys aún podrían negociar con Dak después de asignarle la etiqueta franquicia y tratar de llegar a una extensión antes de la temporada. El sitio de tope salarial Over The Cap proyecta el valor de la etiqueta franquicia para un quarterback en 2020 en 26.89 millones de dólares.
Pero… ¿y si lo extienden a largo plazo desde ahora? Los Cowboys quieren hacerlo. Y seguramente una de las principales razones por las que Mike McCarthy escogió a Dallas como su destino fue el mismo Dak. En otras palabras, sería una sorpresa monumental que Prescott no esté en el plan de los Cowboys. Claro que lo está.
Muchos números se han mencionado al discutir su próxima extensión. Michael Lombardi llegó a mencionar la cifra de 40 millones anuales y se ha convertido en una bandera de guerra para los aficionados que no consideran a Dak un buen QB. Pero estamos lejos de saber si ese número es real o no, especialmente considerando que hubo reportes conflictivos al respecto.
Lo que si sabemos es que Russell Wilson es el mejor pagado con 35 millones de dólares anuales en promedio. Patrick Mahomes, Deshaun Watson, entre otros mariscales están por firmar sus extensiones. Es difícil imaginar donde estará el contrato de Dak, pero una vez firmado, será difícil imaginar que baje de 33 millones.
Creo que no sería una sorpresa que encabezará la lista al menos por un momento. Lo que si sería sorprendente, para cualquier QB en la NFL, es una extensión de 40 millones en promedio por año. El nuevo acuerdo entre liga y sindicato probablemente cambiará muchas cosas.