La noticia que todos los aficionados de los Dallas Cowboys están esperando es la del adiós de Jason Garrett del equipo. Debido a que al head coach le quedaba solo una temporada bajo contrato, los Jones no se ven forzados a “despedirlo” sino simplemente, no renovar el contrato actual.
Sin embargo, era de esperarse un comunicado anunciando que los Cowboys tomarían otra dirección y le dirían adiós al entrenador que han tenido desde el 2011. Pero los días pasaron y no solo no formaron parte del “Lunes Negro”, cuando todos los equipos que harán cambios anuncian despidos de sus entrenadores sino que pasaron cuatro días de la semana sin noticia alguna.
Hubo (que se sepa) tres juntas entre Garrett y los Jones y saliendo de ninguna se anunció cualquier tipo de conclusión. Hasta el momento, lo más oficial que se ha obtenido es un reporte de Ed Werder de ESPN en el que indica lo siguiente:
“Jerry Jones y Stephen Jones se han movido lentamente y con “abundancia de cuidado y respeto” por Jason Garrett. Se espera que esa fase concluya pronto con Garrett no formando parte de la organización.”
No es algo oficial, pero podría ser lo más cercano que escuchemos antes de que el mismo equipo haga un anuncio.
Al final de cuentas, es un movimiento que tiene sentido y hubiera resultado imposible de justificar ante la afición la decisión de mantener a Garrett en el equipo. Ha sido un entrenador con muchas cualidades, pero también uno sin la habilidad de “dar el siguiente paso” y hacer de los Cowboys un serio y constante contendiente.
Muchos especularon sobre una potencial estadía en la administración, pero dicho movimiento tendría poca lógica. Los Cowboys tienen a un “general manager” sin título en Will McClay, quien se ha mantenido en Dallas a pesar de atraer interés de otras franquicias en la NFL.
¿Qué caso tiene echar eso a perder quitándole autoridad con Garrett involucrándose? De tener un rol reducido, nadie asegura que McClay no busque una salida rápida del equipo. Además, lo lógico. Garrett es un coach. Probablemente quiere continuar su carrera como tal y no apegarse a una franquicia en la que al final del día, fracasó.
El fin de Garrett ha llegado y es cuestión de tiempo para que el equipo lo haga oficial. ¿La siguiente etapa? Buscar a un nuevo head coach.
Es importante recalcar el gran reto que esto representa. Implementar un nuevo coach implica una nueva cultura, algo que no es fácil de hacer y está lejos de garantizar un éxito inmediato. Muchas veces, un nuevo coach toma tiempo en construir un equipo ganador.
En cuanto a quien será dicho head coach, es imposible saberlo. Se han especulado muchos nombres, desde estrellitas de college football como Lincoln Riley hasta veteranos como Mike Zimmer.
Sea quien sea, los Cowboys no parecen preocupados por haber pasado tanto tiempo diciéndole adiós a Jason Garrett. ¿Esto significa algo? ¿Ya han estado hablando con alguien? ¿O ese alguien sigue en los playoffs? Estamos por descubrirlo…