Los Dallas Cowboys fueron aplastados por la ofensiva de los Green Bay Packers toda la primera mitad durante el encuentro de la semana 5 de la temporada. Fue un tal Aaron quien los dominó, pero no el “Aaron” al que los Cowboys están acostumbrados. Esta vez, Aaron Rodgers apenas y tuvo un juego decente en Dallas. Sin embargo, fue porque el corredor Aaron Jones corrió para 107 yardas y cuatro anotaciones terrestres, además de sumar 75 yardas por la vía aérea. Tal juego por parte de su corredor le dio a los Packers una victoria con marcador de 34-24 y un récord de 4-1.
¿Qué salió mal en este partido para Cowboys? Lo más sencillo y sinceramente lo principal fueron las entregas de balón. En la NFL, es casi imposible entregar el balón tres veces y salir victorioso. Después de lanzar tres intercepciones, la derrota de Dallas era casi inevitable.
Sin embargo, la defensiva tampoco funcionó. Hasta ahora, los Cowboys han tenido una unidad defensiva comandada por Rod Marinelli y Kris Richard que ha estado lejos de cumplir con las expectativas. Aún después de sostener a los New Orleans Saints a solo 12 puntos, ha sido un cuerpo defensivo que nos ha decepcionado.
El mayor problema, en mi opinión, viene en la línea defensiva. A pesar de que muchos han criticado mucho al ala defensiva DeMarcus Lawrence por su “ausencia,” dichas críticas han sido un poco exageradas. Si bien no ha aparecido tanto en la ficha de juego, Lawrence ha forzado a equipos contrarios a mandarle doble cobertura para cuidar a sus mariscales. El hecho de jalar a dos ofensivos solo para bloquear es de gran ayuda para el resto de la defensiva. ¿El problema? El problema es que no lo han capitalizado.
Robert Quinn sorprendió desde su regreso de suspensión, convirtiéndose rápidamente en uno de los líderes en sacks y presiones. A pesar de ello, el interior de la línea defensiva ha sido deplorable.
La lesión de Antwaun Woods ha sido una muy dolorosa, pero la verdad es que Maliek Collins tampoco ha hecho mucho desde su puesto. Al pelear contra el juego terrestre, los tackles defensivos de Cowboys han ganado pocas batallas en las trincheras. Trysten Hill, el novato de segunda ronda, ha demostrado no estar listo para ser titular en la NFL. El equipo de Marinelli ha sufrido por no querer invertir en un buen tackle defensivo.
Estos problemas en el frente defensivo han repercutido a la actuación de un dúo de linebackers de quienes se esperaba mucho. Leighton Vander Esch y Jaylon Smith no se han visto del todo bien y en parte ha sido su culpa. Contra Packers, Vander Esch pudo haber tenido la peor mitad de su carrera en la NFL. Jaylon Smith ha tomado ángulos equivocados.
A todo esto, le sumamos que hay muchos linieros ofensivos llegando al segundo nivel debido a un pobre trabajo de los tackles defensivos.
En resumen, la defensiva frontal de Cowboys fue dominada contra Green Bay y no ha sido convincente el resto de las semanas.
Si Dallas va a llegar lejos esta temporada, necesitan que la defensiva despierte. Hasta el momento, ha sido lo más decepcionante del año.
A pesar de las críticas tras un partido en el que Dak Prescott lanzó tres intercepciones, los Cowboys están clasificados como el equipo #1 en ofensiva según DVOA (estadística utilizada para evaluar si una jugada fue exitosa o no tomando en cuenta escenarios específicos). Ezekiel Elliott no está jugando mal, a pesar de las conclusiones precipitadas de muchos al ver que solo acumuló 62 yardas. El total es bajo, pero lo consiguió en 12 acarreos (promediando 5.2 yardas).
Sinceramente, los Cowboys han sido mejores de lo que su récord indica. Mientras muchos están eliminándolos por el resto de la temporada, este equipo podría estar 5-2 en un abrir y cerrar de ojos previo a su semana de descanso.
Es una temporada larga en la NFL.