En lo que fue una de las actuaciones más decepcionantes de la semana 1, los Dallas Cowboys no fueron capaces de avanzar en la ofensiva más que en una serie en la que anotaron un touchdown y una conversión de dos puntos. Fue un juego en el que nada funcionó más que la defensiva, la cual limitó a Cam Newton y compañía a sólo 16 puntos en un partido que pareció parejo, pero realmente no lo fue.
Ahora, antes de que los Cowboys jueguen su primer partido divisional del año contra los New York Giants, los aficionados del America’s Team se preguntan ¿qué sigue para la ofensiva de los Dallas Cowboys? La ofensiva que tanto prometía hace un par de años, cuando Ezekiel Elliott y Dak Prescott lideraron a su equipo al primer sembrado de la NFC como novatos.
No se puede culpar a una sola persona por lo que sucedió el domingo pasado. La actuación fue tan deficiente que se tiene que señalar todo lo que falló. En primera instancia, hablemos del pésimo plan ofensivo de parte del coordinador de esta ofensiva, Scott Linehan.
Si algo hemos escuchado decir una y otra vez acerca de la ofensiva de Dak Prescott y los Cowboys es que es una sencilla, pero una difícil de vencer. Naturalmente, eso ha cambiado los últimos dos años. Esta ofensiva ya no debería de ser la misma que tomó a la liga por sorpresa en el 2016, no obstante, lo es.
En varias ocasiones, los Panthers no tuvieron ningún problema “telegrafiando” las jugadas de los Cowboys en cuanto sacaban el balón, resaltando la poca creatividad en la ofensiva de Linehan. Peor aún, en los momentos en los que se podría decir que fue creativo, lo fue en un mal sentido. Después de firmar y obtener a tantos receptores talentosos (que a pesar de no tener un claro #1, hay mucha profundidad), Dallas se alineó con dos tight ends en formaciones con cinco jugadores abiertos. ¿Por qué?
Esto le dio muy pocas oportunidades a Dak Prescott, quien hizo el problema más grande. Cuando tuvo esas pocas ventanas para lanzar profundo, la puntería del QB les costó bastantes series a los Cowboys. La más notable de estas, un pase profundo en la que el TE Blake Jarwin se había desmarcado y pudo haber llegado muy lejos, incluso quizá a la zona de anotación. En cambio, Prescott apenas llegó el balón a sus pies.
Sin embargo, la puntería profunda de Prescott es la menor de mis preocupaciones. Siempre hemos sabido que no es un Aaron Rodgers ni un Tom Brady. Lo que más me sorprende es la falta de calma de Dak. Siempre se le respetó por eso como novato, pero ahora se ve incomodó en el bolsillo, algo que tiene que cambiar inmediatamente puesto que era una de sus fortalezas.
Finalmente, la línea ofensiva, que se supone es una de las unidades más fuertes del equipo, se vio mal. La’el Collins y Tyron Smiths fueron responsables de múltiples castigos de holding, que terminaron matando series ofensivas. Connor Williams tuvo un debut bastante complicado contra el DT Kawann Short. Joe Looney, a pesar de ser un backup, se vio bien.
La pregunta de muchos es, ¿habrá cambios?
La respuesta a corto plazo es un rotundo no. Nada cambiará en el equipo de coaches ni en la posición de quarterback durante este inicio de la campaña 2018. Sin embargo, si el equipo continua perdiendo y se llega a topar con un récord muy perdedor en la semana 8 o 9, preparémonos.
Comenzaré diciendo que el primer cambio que considero más probable es en la posición de coordinador ofensivo. Si bien Dak puede resultar no ser el mariscal franquicia que tantos queríamos, ¿no vale la pena verlo jugar bajo el mando de otro coordinador? Un coordinador que lo ponga en una mejor posición para tener éxito y que se encargue de reducir el aparente miedo que hay a la hora de lanzar a lo largo. Eso sería ideal para el desarrollo de Dak, si es que llega a haber cambios.
Lo mismo para Jason Garrett, quien para mantenerse vivo debe voltear el rumbo de su equipo ya que lo que vimos en la primera semana fue desastroso. Garrett podría estar en peligro si las cosas no cambian pronto, sobre todo considerando la presencia de alguien como el coach de la secundaria defensiva, Kris Richard.
Finalmente, hablemos de lo que le espera a Dak Prescott.
Si Dak no corrige su manera de jugar y continua actuando como lo hizo la primera semana, habrá problemas en su futuro. Considerando que una extensión de contrato se avecina, Dak tiene que demostrar que puede tomar ese siguiente paso. Esperemos que lo logre, porque al final de cuentas, esperamos que todos en el equipo mejoren, pero ¿qué pasa si no es así?
Un juego no es suficiente para quitarle el trabajo, pero una mala temporada podría serlo. Ya sea por agencia libre o por medio del NFL Draft, los Cowboys podrían estar buscando alternativas si Prescott continua con este nivel todo el año.
Personalmente, tengo fe en Prescott. Creo que a pesar de que no será un MVP que cargará al equipo a la gloria, puede hacerlo con un buen apoyo. Y francamente, creo que Dallas tiene justo eso. Simplemente hay que ejecutar. Puede ser la parte más difícil de todas, pero hay mucho talento en el roster como para ser limitados a ocho puntos.
Las primeras impresiones son duraderas, pero no siempre son ciertas. Esperemos que el equipo encuentre una manera de darle la vuelta al barco cuando se enfrenten a los Giants este domingo en el NBC Sunday Night Football que se transmitirá en ESPN 2 en México.
