Los Dallas Cowboys no han jugado un partido de football americano desde enero del presente año, exceptuando la pretemporada. A falta de juegos, la conversación entre aficionados de Cowboys se ha enfocado a otras cosas diferentes al deporte en sí. Este offseason ha estado repleto de tantas cosas que solucionar fuera del emparrillado, como los contratos pendientes de Dak Prescott, Amari Cooper y Ezekiel Elliott (quien además ha iniciado otra conversación por su ausencia en el training camp de los Cowboys).
Tanto hemos hablado de cuánto dinero merece o no Dak Prescott, que hemos perdido de vista otro tipo de discusiones. En vez de hablar de su futuro dentro del campo, hemos hablado de cuanto promediará al año, entre otras cosas.
Es por eso que en esta edición de Cowboys en Español, me dispongo a hablar de cosas que espero ver de parte de Dak esta temporada que está por comenzar en septiembre. Los siguientes puntos también se ligan directamente con la llegada del nuevo coordinador ofensivo, Kellen Moore. Al reemplazar a Scott Linehan, Moore podrá añadirle elementos a la ofensiva de Cowboys para llevarla al siguiente nivel. No habrá un cambio de sistema drástico, pero si las cosas salen bien, las pequeñas chispas que el joven coordinador ofensivo le dé al plan de juego podrán hacer la diferencia.
Habiendo dicho eso, esto es lo que quiero ver de parte de Prescott en 2019.
Mejor presencia en el bolsillo
Dak Prescott ha demostrado una habilidad impresionante para brillar en momentos clave donde la presión está al máximo. Sin embargo, a lo largo de su carrera, no ha sido el mejor sintiendo la presión a su alrededor. La temporada pasada, esto fue más evidente que nunca. Dak terminó la temporada siendo el segundo mariscal en ser capturado más veces en la NFL. Los oponentes terminaron el año con 58 sacks contra los Cowboys.
En muchas ocasiones, permitir sacks es culpa de la línea ofensiva. Pero en muchas otras, la responsabilidad recae en el QB, quien tiene que deshacerse del balón rápidamente y estar consciente de por donde viene la presión. Prescott tiene que mejorar en esta área que le ha causado problemas desde su año de novato para llevar su juego al siguiente nivel.
Lanzar por el centro del campo
Esto es cuestión tanto del coordinador ofensivo como del QB. En sus primeras tres temporadas, a pesar de que Prescott ha tenido éxito, no ha buscado muchos receptores en el centro del campo. Rumbo a la temporada del 2019, tiene que buscar jugadas en esta zona.
De lo contrario, las defensivas contrarias tendrán ventaja al no temer que el balón puede ir en esa dirección y en cambio mantener a los receptores cerca de las bandas.
Mejorar su uso de pies
Al lanzar un balón, un QB no solo utiliza su brazo. De hecho, los pies son tan importantes como la parte superior del cuerpo. En el caso de Prescott, su mecánica siempre ha dejado que desear. Para eso llegó al equipo Joe Kitna como coach de quarterbacks.
En Twitter, Bobby Belt señaló la mejora de Dak Prescott al dejar de arrastras su pie durante un lanzamiento.
Esperemos que dichas mejoras continúen notándose a lo largo de la temporada para ver una mejor versión de Dak. Entre mejor uso de pies, el QB tiene una mejor base para lanzar el balón y resulta en mejor puntería.
Lanzar más profundo
Finalmente, este punto tiene que ver más con el coordinador ofensivo que con Prescott. Si bien el QB ha dejado ir varias oportunidades en el juego profundo, los Cowboys son uno de los equipos que menos rutas profundas han corrido en los últimos años. Por eso y muchas otras cosas, Scott Linehan fue despedido.
Se ha hablado mucho de que con Kellen Moore, los Cowboys han utilizado más el pase profundo y esperemos que sea aquí donde Prescott pueda marcar la diferencia utilizando a su fuerte grupo de receptores. Incluso con Randall Cobb, quien reemplazará a Cole Beasley, la ofensiva podría utilizar a su receptor de slot en rutas más profundas, cosa que hemos visto en los entrenamientos del offseason.
Cambiar la identidad ofensiva
Con este tipo de cambios, los Dallas Cowboys podrían permitirse cambiar su identidad ofensiva. ¿A qué me refiero? Desde el 2016, el equipo se ha convertido en una ofensiva que establece el juego terrestre para después abrir el juego aéreo. Con Ezekiel Elliott como corredor, este plan ha funcionado constantemente.
Habiendo dicho eso, en una liga tan enfocada al pase, ¿no sería mejor hacerlo al revés? Incluso con Zeke, el juego terrestre podría mejorar si el equipo se enfocará en establecer el juego de pase. Esta es la tendencia que la liga ha adoptado y que ha resultado para los equipos.
Estamos acostumbrados a hablar de las puertas que abre el juego terrestre, pero hemos ignorado que el juego aéreo abre muchas más. Eso sin mencionar, que desquitaría la extensión de contrato inminente que terminará por firmar Dak Prescott.