Cuando los Dallas Cowboys sorprendieron a la NFL mandando una selección de primera ronda por el receptor Amari Cooper de los Oakland Raiders, la respuesta fue muy dividida. Al final de cuentas, Cooper estaba pasando por una temporada bastante mala junto a su equipo. Sus números iban en decline y muchos habían perdido la fe en la ex-estrella de la universidad de Alabama y cuarta selección global en el NFL Draft del 2015.
Pero sorpresa, sorpresa. Desde que se unió a las filas de los Dallas Cowboys, Amari Cooper ha demostrado que la decisión que tomaron los Jones fue una muy buena.
En esta liga, es muy complicado justificar el deshacerse de un pick de primera ronda.
Estamos hablando de la oportunidad de tomar a un novato joven con muchísimo potencial para convertirse en un jugador calibre All-Pro en algún punto de su carrera. No es fácil renunciar a una posibilidad así en esta liga. Sin embargo, Amari Cooper no ha hecho más que justificar el trade por parte de los Cowboys. Si continúa así, al final de la temporada podríamos estar hablando de que Dallas pagó de menos por él.
Es importante recalcar que Amari Cooper tiene 24 años de edad. Para el NFL Draft del 2019, los mejores prospectos en esta posición tienen a lo mucho cuatro años menos. A.J. Brown de Ole Miss tendrá 21 años cuando pise el emparrillado por primera vez en la NFL.
Y no, ninguno de estos receptores está cerca del nivel de talento con el que cuenta Cooper.
¿Qué tan grande ha sido el impacto de Amari Cooper?
Desde la semana 9, cuando los Cowboys consiguieron a Cooper, este ha tenido 30 recepciones. 23 de las cuales han resultado en un primer down o en un touchdown. Es el receptor con más atrapadas en tercera oportunidad. Podríamos hablar de las grandes estadísticas que el wide receiver ha conseguido vistiendo la estrella individualmente. Pero realmente, ha tenido un impacto en la ofensiva entera.
Desde su llegada, los Cowboys son el tercer mejor equipo en porcentaje de pases completos, el segundo en yardas después de la recepción y el tercero a la hora de convertir terceras oportunidades y mover las cadenas.
Simple y sencillamente, ha tenido un impacto que ningún otro novato del 2019 hubiera tenido en este equipo. Si, los Cowboys tendrán que pagarle una extensión cara en el futuro, pero cuando este sea el caso, lo habrá valido.
Amari Cooper es el ejemplo perfecto de porque la NFL es un deporte de equipo. Con los Raiders, todos lo tachaban como un jugador que ya no era bueno e iba para abajo. Pero bajo los Dallas Cowboys, se ve como un jugador que promete mucho para esta joven franquicia que necesitaba un verdadero #1 en la posición de wide receiver.
La ofensiva de los Cowboys tiene mucho talento. Es cuestión de mejorar en zona roja para que Dallas sea una amenaza bastante considerable en los playoffs de la NFL.