El corredor super-estrella de los Dallas Cowboys Ezekiel Elliott aún no se ha reportado a training camp. Mientras está en Cabo entrenando por su propia cuenta, la “huelga” de Zeke no le ha conseguido lo que busca: una extensión de contrato. Sin embargo ha conseguido que los medios y los aficionados se enfoquen en este polémico tema, desviando así la atención de otros dos jugadores cuyos contratos parecen ser aún más urgentes que el suyo.
Tanto el quarterback Dak Prescott como el receptor Amari Cooper tienen contratos que expiran después de la temporada 2019. Dejando de lado (solo por el momento) los debates de quien es más importante para el equipo y por qué, este par de jugadores que parecen ser indispensables lucen como una prioridad encima de Elliott por el simple y sencillo hecho de tener contratos que expiran un año antes.
Durante todo el offseason hemos escuchado principalmente acerca de las negociaciones de los Cowboys con su mariscal de campo así como de las de Cooper. Incluso en los primeros días de training camp, el agente de Cooper estaba presente en los entrenamientos encontrándose con nada y más y nada menos que Jerry Jones.
Por lo que hemos escuchado, las negociaciones con Cooper y Prescott van mucho más avanzadas que las de Elliott. Lo siguiente no es más que especulación, pero apostaría a que esa es la principal razón por la que ambos jugadores están en training camp y no aislados como Elliott lo está en este momento. A pesar de que hay muchos factores por considerar, lo que está claro es que Zeke no está cerca de llegar a un acuerdo con los Jones y compañía, tal y como lo reporta Jane Slater.
Actualmente, el mercado de corredores es todo un signo de interrogación. Los Chargers de Los Angeles están en toda una batalla con su corredor Melvin Gordon, quien incluso pidió permiso para buscar un equipo que canjeé por él y fue rechazado. Son circunstancias difíciles, pero con buenos argumentos para ambos lados.
Alrededor de la liga, el valor de los corredores se ha convertido en uno de los temas más polémicos. ¿Son dispensables? ¿Reemplazables? ¿Sobre o subestimados?
Algunos están convencidos de que su valor está a la alza como el del resto de las posiciones en la NFL. Mientras que otros aseguran que su valor irá declinando si Le’Veon Bell no tiene un excelente año, etc.
Por otro lado, la posición de QB sigue creciendo a un nivel casi exponencial. Hace apenas muy poco, el mariscal de los Philadelphia Eagles recibió una extensión de en promedio 32 millones de dólares al año. El precio está pautado. Lo que reciba Dak Prescott estará muy cerca de lo que recibió Wentz. Por cierto, esto podría resultar siendo un robo para los Cowboys en unos cuantos años.
En el caso de Cooper, el mercado por fin recibió un reinicio cuando Michael Thomas firmó por el primer contrato de 100 millones de dólares para un receptor. Thomas es increíble y está en la discusión para ser el actual mejor en la liga. Por más que los fans de Cowboys estén agradecidos con Cooper por salvar el 2018, no está en ese nivel.
Prescott y Cooper serán caros, pero no eliminarán la posibilidad de que el equipo mantenga a Zeke en el equipo. Sin embargo, a pesar de la ausencia de Zeke en training camp, son los jugadores más importantes por extender. Los Cowboys necesitan a ambos para tener temporada ganadora en 2019 y se tienen que asegurar de ello.
Además de que Elliott no tiene toda la palanca que uno creería rumbo a su cuarta temporada porque aún no tiene su cuarto año “acumulado”, el cual necesita para estar listo para la agencia libre después del 2020.
Bien por Elliott por pelear por su valor, pero no debería de subir en las prioridades de los Cowboys solo por no asistir los primeros días. Habiendo dicho eso, la pregunta es si la administración puede llegar a un compromiso con su jugador para que este le ponga fin a la huelga.