Perdiendo 17-9 ante los Philadelphia Eagles, los Dallas Cowboys enfrentaban la jugada del partido con un minuto y 21 segundos en el reloj. Cuarto down y ocho yardas por avanzar. Con el liderato de la NFC East en juego, “cuarta y la temporada” sería una descripción más apropiada.
Los Cowboys marcharon al campo, excepto un par de jugadores claves. Los receptores Amari Cooper y Randall Cobb miraban desde la banca. Okay, intentemos eso de nuevo. El receptor número uno del equipo Amari Cooper, y el receptor interior número uno del equipo Randall Cobb no estaban en el campo.
Los Cowboys ejecutaron más de mil jugadas ofensivas esta temporada y ninguna era más importante que esa, y dos titulares claves en el juego aéreo de Kellen Moore no estaban en el emparrillado.
Algunos especularon sobre lesiones mientras que Jason Garrett ofreció la explicación de que el coordinador ofensivo Kellen Moore quería a dos alas cerradas en esa jugada mientras que Sanjay Lal (coach de receptores) se encarga de las rotaciones.
No dudo por un segundo que ellos hayan sido responsables de dichas decisiones, pero no podemos ignorar que los Cowboys tenían tres timeouts en ese momento y el entrenador en jefe veía la jugada y decidió no hacer nada.
El resultado fue un pase 50-50 en dirección a Michael Gallup que terminó siendo incompleto. Fin del juego.
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Esta misma jugada ha llevado a muchos a especular sobre la salud de Cooper, de la cual tenemos pocas respuestas claras. Sabemos que en un punto de la temporada Amari estaba lidiando con fascitis plantar, definida por Mayo Clinic de la siguiente manera:
“La fascitis plantar es una de las causas más comunes del dolor de talón. Consiste en la inflamación de una banda gruesa de tejido que se extiende a lo largo de la parte inferior del pie y que conecta el talón con los dedos del pie (fascia plantar).”
Además, Cooper tuvo que trabajar con lesiones de rodilla, talón, tobillo, y muslo. Literalmente, el receptor de los Cowboys tiene toda la temporada lesionado.
Su producción fue muy baja a comparación a sus números en 2018 mientras estuvo en Dallas, pero poco ha cambiado desde entonces. Amari sigue siendo un excelente receptor que a pesar de no ser élite como Julio Jones, Michael Thomas o DeAndre Hopkins, está en la categoría abajo que ellos.
Probablemente siga siendo una de las prioridades de los Cowboys en el offseason en términos contractuales y siga siendo parte fundamental del futuro en Dallas.
Sigue siendo un receptor que corre excelentes rutas y a pesar de que ha soltado muchos pases esta temporada, Cooper tiene el talento y la capacidad de ser el #1 apropiado para esta ofensiva. Es imposible negar que las lesiones lo han afectado seriamente después de jugar a pesar de ellas durante toda la temporada.
Para el 2020, habrá habido tiempo para sanar. Y seguramente Cooper vestirá la estrella solitaria en el futuro.