Tras la partida del veterano Cole Beasley, los Dallas Cowboys tenían un hueco preocupante en la posición de receptor abierto. Incluso después de obtener a Amari Cooper la temporada pasada y el tener a un jugador joven y talentoso en Michael Gallup, el equipo tenía que hacer algo para reemplazar a Beasley como el receptor de slot en la ofensiva. Beasley fue increíble en su trabajo durante su carrera en Dallas, pero la administración nunca estuvo cerca de igualar las ofertas que recibió de los Buffalo Bills. Afortunadamente, ya encontraron el hombre para el trabajo.
A pesar de estar muy callados en la primera semana de agencia libre, los Cowboys empiezan a verse involucrados con varios jugadores disponibles. Su contratación más importante hasta el momento es sin duda la del ex WR de los Green Bay Packers, Randall Cobb.
Hace unos años, Cobb atrapó el balón que terminó el partido de playoffs entre los Packers y los Cowboys minutos después de que la recepción de Dez Bryant fuera revocada. En 2019, vestirá la estrella.
Si bien es difícil argumentar que en este momento Cobb es mejor jugador que Cole Beasley, el contrato que la administración le dio al nuevo integrante del equipo es muy razonable. El ex-Packer jugará bajo un contrato por un año y cinco millones de dólares. Lo que preocupa a muchos sobre Cobb es su salud, ya que en 2018 sólo jugó nueve partidos. Sin embargo, su carrera no ha estado plagada de lesiones como muchos lo asumen.
Cobb será un titular en esta ofensiva que utilizará su habilidad para ganar en rutas rápidas. Sus manos son muy confiables y le dará a Dak Prescott otra arma en el juego aéreo. Simple y sencillamente una muy buena contratación de los Dallas Cowboys.
¿Robert Quinn, Por Favor?
Esta semana se reportó que el defensive end Robert Quinn estaba de visita en The Star, las instalaciones de los Dallas Cowboys. El DE no es un agente libre, siendo que aún está bajo contrato con los Miami Dolphins. Sin embargo, ambos equipos están en discusiones para llevar a cabo un trade por el caza cabezas de 28 años.
Después de que Randy Gregory volviera a recibir una suspensión, DE apareció entra las necesidades más urgentes del equipo y si no logran atender dicha necesidad previo al NFL Draft, tendrán que utilizar uno de sus primeros picks para conseguir un jugador que juegue opuesto a DeMarcus Lawrence.
Quinn, quien había jugado la mayoría de su carrera con los Rams, aún es joven y productivo. En las últimas dos temporadas ha logrado conseguir 15 sacks. De conseguirlo, los Cowboys tendrían que trabajar en una extensión para él.
Con un año en su contrato actual, no debe de ser muy caro conseguir un trade por él. Me atrevería a decir que la compensación que los Dolphins buscan por Quinn debe de estar en el rango de una selección cuarta y quinta ronda.
Parece un movimiento probable, pero no es difícil imaginar a otro equipo estando interesado en el jugador. Por lo pronto, sabemos que Quinn disfrutó su tiempo con Rod Marinelli y con el equipo de los Cowboys esta semana. Habrá que esperar para saber su destino.